RSS

5 de jan. de 2011

Un millón de sapos

Muchos se angustian por problemas que, en su mayoría, nunca llegan a hacerse realidad. Sufren con anticipación, pensando e imaginando cosas que pudieran suceder. La mayoría de nuestras preocupaciones se deben a la falta de confianza en Dios.

Un hacendado fue a la ciudad y le preguntó al dueño de un restaurante si podía utilizar un millón de piernas de sapos. El dueño del restaurante quedó asustado y quiso saber dónde pretendía el hacendado conseguir tantas piernas de sapos. El hacendado le respondió: Cerca de mi casa hay un pequeño lago que está invadido e infestado de esos bichos. Son millares y hacen un barullo infernal, croando toda la noche. ¡Me estoy volviendo loco!

Quedó decidido, entonces, que el hombre le traería quinientos sapos por semana, durante algún tiempo. En la primera semana, el hacendado volvió al restaurante un poco avergonzado, pues traía en sus manos dos sapos. El comerciante le preguntó: ¿Dónde está mi pedido? El hombre respondió: Yo estaba totalmente engañado. ¡Había solo estos dos pequeños sapos en el lago! Ellos solos son los que hacían todo el barullo.

La próxima vez que alguien te critique o se ría de ti, acuérdate de que no son miles de sapos los que hacen todo el barullo, sino apenas dos sapitos. Mientras dos critican y ríen, cientos te apoyan y animan.

Acuérdate de que las angustias y los problemas parecen mayores en la oscuridad. Hay una posibilidad muy grande de que, cuando llegue mañana y lo pienses mejor, el problema habrá disminuido su importancia o habrá desaparecido, quedando en su lugar un asunto de fácil solución.

Lo mejor es dejar las preocupaciones en las manos de Dios. Ten hoy un día feliz, sabiendo que Dios está en el control de tu vida.

Pero yo le cantaré a tu poder, y por la mañana alabaré tu amor: porque tú eres mi protector.
Salmo 59:16

Recebido por e-mail em 20/01/2009 - sem indicação da autoria.
.

0 comentários:

Postar um comentário

Free counters!

Seguidores

Quem sou eu

Minha foto
“Às vezes penso que sou duas pessoas em uma só: sou uma mineira matuta, que gosta de pão de queijo, fogão a lenha e cheiro de curral, mas fui inventar de ser professora de espanhol e... E agora vivo nesse meu mundinho dividido entre moda de viola e música andina, feijão tropeiro e paella, catira e tango, e assim por diante. Ah! Como pude me esquecer?! A estrada me chama e a coisa que mais gosto de fazer nessa vida é seguir rumo ao desconhecido (até o momento que eu paro e começo a prosear!). E nisto também tem a interferência do espanhol: enquanto não conhecer, um pouco que seja da maior parte dos povos que falam esse idioma, que “me encanta”, eu não sossego! Por isso, muitas postagens serão sobre minhas viagens também.” E é a partir dessa mistura toda que acabei tendo que dividir tudo em dois BLOGs. Agradeço por visitar meu cafofo, e faço um convite: aceita conhecer um pouquinho disso tudo? Eu acho fascinante! ¡Sé bienvenido! Seja bem vindo!